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Alimentos saludables que reducen el riesgo de desarrollar degeneración macular

La Academia Americana de Oftalmología ha recomendado seguir una dieta mediterránea rica en vegetales, frutas y pescados para reducir el riesgo de desarrollar patologías oculares como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).

Recordemos que la DMAE es la causa más frecuente de disminución severa de la visión en el mundo occidental y afecta principalmente a personas mayores de 50 años. Esta enfermedad causa lesiones en la zona central de la retina llamada mácula. Y es la responsable de la pérdida de la visión precisa, necesaria para leer, conducir o ver la televisión.

Existen varios estudios europeos publicados en revistas científicas como Ophtalmology o Investigate Ophtalmology & Visual Science que demuestran que una dieta rica en vegetales y pescado, con menor contenido de lácteos y carne roja, puede reducir el riesgo de desarrollar DMAE o evitar que progrese.

La Academia Americana de Oftalmología recomienda seguir una alimentación que incluya principalmente:

  • Legumbres y vegetales, especialmente los vegetales de hoja verde como el brócoli o las espinacas.
  • Frutas
  • Frutos secos, como las nueces, almendras o pistachos.
  • Cereales, entendido como el consumo de granos integrales de trigo, avena, cebada o centeno.
  • Pescados, como el salmón, el atún, la trucha o pescados azules en general.
  • Aceite de oliva virgen extra (AOVE)

Los investigadores han encontrado tasas más bajas de DMAE entre las personas que habitualmente siguen este tipo de dieta y por otra parte, han confirmado que son más propensos a sufrir esta patología ocular los consumidores habituales de comida rápida, procesada, productos lácteos magros y carne. Se está estudiando en la relación existente entre la degeneración macular y la hipercolesterolemia o la obesidad.

De hecho, uno de los estudios recogidos por la Academia Americana de Oftalmología demuestra que consumir 150 gramos diarios de fruta reduce en un 15% el riesgo de desarrollar DMAE.

El primer gran Estudio de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad ya nos adelantó que el consumo diario de vitamina C, D y E, betacaroteno, zinc y cobre desempeña un papel importante en la disminución del riesgo y la prevención del DMAE.

La evidencia científica nos confirma que una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable pueden retrasar o incluso evitar el desarrollo de graves patologías oculares.

Los peligros oftalmológicos de los medicamentos para combatir el acné

Los efectos adversos oculares de los fármacos representan un importante número de consultas oftalmológicas. El ojo es especialmente sensible a presentar trastornos asociados con diversos tratamientos. Afortunadamente, la mayoría de las reacciones oculares adversas remiten cuando se interrumpe el tratamiento, aunque en determinadas ocasiones el problema se puede volver crónico.

Si hablamos del ácido 13-cis-retinoico seguramente muy poca gente sabrá de qué se trata, tampoco si hablamos de la isotretinoína, un fármaco del grupo de los retinoides, derivados de la vitamina A.

Pero si hablamos del Roacután, Dercutane, Isdiben, Isoacné… o demás nombres comerciales, la cosa cambia. En la actualidad el Roacután, adopta múltiples nombres desde que la patente caducase.

Todos estos fármacos tienen en común el llevar el mismo principio activo, la isotretinoína. Debido a que se ha demostrado que es la mejor solución para los pacientes con acné severo.

Este fármaco disminuye la producción de las glándulas sebáceas, tiene efecto anti-bacteriano y anti-inflamatorio. Su salida al mercado en los años 80 del pasado siglo de la mano de un famoso laboratorio revolucionó los tratamientos dermatológicos al poder curar los casos de acné severos que no respondían a ninguna terapia convencional. Las tasas de éxito eran muy elevadas y había cierta seguridad en el que el acné no volvería a reproducirse de por vida en aquellos pacientes tratados.

Si os hablamos de este tratamiento dermatológico es porque algunas personas tratadas con este fármaco han sufrido varios e importantes efectos secundarios que irían desde molestias leves a problemas graves e incluso crónicos.

En nuestra clínica oftalmológica interesan especialmente los problemas relacionados con afecciones oculares y concretamente con el ojo seco.

El ojo seco es una disfunción lagrimal que afecta a la calidad visual, produce molestias que pueden llegar a ser invalidantes y puede ocasionar lesiones oftalmológicas graves e irreversibles en sus formas más graves.

Parece ser, según leemos en noticias publicadas en prensa, que en determinadas personas tratadas con este tratamiento antiacné uno de los efectos ha sido el síndrome del ojo seco incluso muchos años después del fin tratamiento y curado el problema del acné.

Estos medicamentos antiacné pueden llegar a causar esta afección incluso de forma severa y en determinados pacientes con mayor sensibilidad al fármaco, el ojo seco se puede convertir en una enfermedad crónica.

Existen varios estudios que han asociado a la isotretinoína con la aparición de hipertensión endocraneal, disfunción de la glándula de Meibomio, malestar asociado con el uso de lentes de contacto, ojo seco, blefaroconjuntivitis y cambios agudos y transitorios en la refracción.

Una revisión de los efectos adversos de este fármaco realizada en 2012 llegó a la conclusión de que los problemas oculares pueden presentarse en hasta un 3,4% de las personas tratadas. Los cuadros leves de visión borrosa, ojo seco y queratoconjuntivitis son las manifestaciones más comunes.

La mayoría de los efectos adversos oculares en pacientes son leves e incluso no interfieren con la finalización del ciclo terapéutico pero se han descrito alteraciones oftalmológicas potencialmente graves.

El tratamiento con isotretinoína es según la opinión de la mayoría de los dermatólogos el tratamiento más eficaz y seguro con una mejoría duradera contra el acné.

Desde el punto de vista de los oftalmólogos se debería de proporcionar a los pacientes una información completa y realizar un seguimiento clínico oftalmológico adecuado para facilitar la detección precoz de cualquier problema ocular derivado del tratamiento y evitar complicaciones a largo plazo.

¿Cómo usar el colirio correctamente?

Al igual que cualquier tratamiento médico, los tratamientos oftalmológicos deben ser realizados correctamente, ya que parte del éxito del tratamiento ocular necesita usar el colirio correctamente.

El tratamiento oftalmológico puede ser realizado en forma de tratamiento oral, colirio o pomada oftalmológica.

El tratamiento oral debe ser realizado como fue pautado por el oftalmólogo, con el estómago lleno y acompañado de un protector gástrico si es necesario.

¿Sabes usar el colirio correctamente?

El tratamiento en gotas o colirios tiene algunas particularidades:

  • Debe manipularse el colirio e instilar las gotas con las manos recién limpias, y no debe tocarse ni el ojo ni la punta del colirio de forma directa, ya que podrían contaminarse. Debe asimismo evitarse el contacto entre el la punta del colirio y el ojo, ya que podemos producir traumatismo así como contaminaciones indeseables.
  • Debe aplicarse al ojo una gota por instilación, pero no importa que pongamos varias, en el ojo solo cabe una gota, el exceso se eliminará con la lágrima, si hay duda mejor poner dos que no instilar ninguna.
  • Para instilar la gota es necesario subir un poco la barbilla, tirar un poco del párpado inferior hacia abajo e instilar la gota.
  • Tras una cirugía oftalmológica como la cirugía de cataratas o la cirugía láser de la miopía hay que ser aún más cuidadosos, sobre todo con la higiene.
  • Si coinciden en la pauta dos colirios a la vez debemos esperar 10 minutos para evitar el efecto lavado entre ambos colirios. Si asimismo coinciden una pomada y un colirio, espaciaremos 10 minutos, y usaremos antes siempre el colirio y después la pomada.
  • Si bien por el sabor o por algún efecto sistémico adverso queremos evitar el paso del colirio al conducto lagrimal y por él a la nariz y boca, debemos mantener presionado tras instilar el colirio la zona entre el borde inferior del párpado y la nariz 5 minutos.
  • Vigile asimismo la caducidad de los colirios, manténganlos en la nevera si así lo especifica el prospecto y no lo utilice tras 1 mes abierto. Es muy importante no compartir colirios entre personas, así evitaremos contagios de patologías oftalmológicas contagiosas.
  • Tenga precaución en el uso de colirios en pacientes que utilizan lentes de contacto, pueden impregnarse del principio activo alterando la posología e inutilizando las lentes de contacto, intente quitarse las lentillas antes de instilar el colirio salvo que el prospecto permita el uso del colirio con lentes de contacto puestas.
  • No se asuste si el colirio escuece al ser instilado, algunos colirios tienen un pH distinto al de la lágrima y producen escozor al utilizarse, si el escozor persiste mucho tiempo consulte a su oftalmólogo. Algunos colirios tienen un sabor amargo, no se asuste, utilice el sistema que explicamos anteriormente en este mismo post para solventar este problema. De igual modo es normal que la visión se torne algo borrosa tras algunas gotas, este efecto dura unos 2 o 3 minutos y no debe preocuparse, la visión volverá a ser normal en seguida, si no es así consulte a su oftalmólogo.

La gripe también afecta a nuestros ojos

Los casos de gripe siguen incrementándose en España y en la última semana de 2017 la incidencia creció un 72,2% con respecto a la semana anterior.

La difusión de la enfermedad es ya epidémica en prácticamente todas las regiones españolas. En Granada se declaró hace un par de semanas la situación de epidemia por gripe al llegar a los 111 casos por cada 100.000 habitantes.

La gripe y los resfriados también afectan a nuestros ojos por un motivo muy sencillo. Nuestro organismo combate la infección mediante los glóbulos blancos que producen unas sustancias que inflaman la mucosa nasal y dilatan los vasos sanguíneos de esta zona produciendo la molesta congestión nasal.

Lo mismo sucede en el conducto lagrimal y al inflamarse, el conducto se tapa y las lágrimas no pueden acceder a su conducto natural, acumulándose en el ojo. Esta acumulación de lágrimas es la que nos produce tener lagrimeo, secreciones y sensación de malestar en el ojo cuando tenemos la gripe.

Y sin olvidarnos que el virus de la gripe también puede afectar a nuestros ojos, inflamando la conjuntiva y produciendo la aparición de una conjuntivitis. La conjuntiva es la membrana transparente que recubre parte del globo ocular y la porción interna de los párpados y al inflamarse se producen síntomas muy molestos como el lagrimeo, hinchazón o la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.

El mejor remedio para evitar el contagio de la gripe es la prevención y existen una seria de recomendaciones:

  • Lavarse las manos con frecuencia y siempre debemos evitar tocarnos los ojos y mucho menos frotarlos.
  • No compartir toallas, almohadas, etc. con otras personas.
  • Aunque haga mucho frío en el exterior debemos ventilar convenientemente todas las mañanas.
  • Lubricar los ojos con lágrimas artificiales en caso de picor y sensación de cuerpo extraño.
  • Extremar la higiene en el uso del maquillaje y de las lentes de contacto. Las lentillas son uno de los focos de contagio más habituales.

Una foto de tus hijos puede desvelar una grave patología ocular

El color rojo de las pupilas que aparece en algunas fotografías tomadas con flash, no tiene nada de raro y ahora explicaremos el motivo, pero si en la fotografía se ve la pupila blanca, grisácea o amarillenta puede ser el signo de una enfermedad ocular.

Nos ha pasado muchas veces y siempre es un fastidio. Al hacer una fotografía con nuestra cámara o con el teléfono móvil a nuestros seres queridos, salen con unos puntos rojos en los ojos que destroza la mejor de las instantáneas y arruina el momento.

Si realizamos la fotografía por el día, en un ambiente soleado y bien iluminado no hay ningún problema, vemos los ojos con su color natural y la pupila como un punto negro. La cosa cambia cuando salta el flash de nuestra cámara. En la mayoría de las ocasiones saldrán los ojos rojos. ¿Sabes el por qué?

La razón es una combinación de factores como la apertura de la pupila y la intensidad de la luz que reciben nuestros ojos.

El motivo es la forma en la que el iris reacciona ante la intensidad de la luz que recibe. Ante una luz muy intensa, el iris reduce de forma drástica el tamaño de la pupila hasta convertirla en un pequeño punto negro. Todo lo contrario en ambientes con poca iluminación, la pupila se puede agrandar hasta llegar a los 8 milímetros de diámetro. Esto se produce porque cuando más dilatada está la pupila más cantidad de luz llega a la retina.

La retina actúa como una pantalla que captura la luz y que contiene además, una capa semitransparente, llamada epitelio pigmentario, esta es una zona de nuestro ojo con muchos vasos sanguíneos. Y esta zona de nuestros ojos es el culpable final de arruinar nuestras fotografías.

Cuando la luz de gran intensidad que produce el fogonazo del flash ilumina estos vasos sanguíneos se produce ese intenso círculo de color rojo que arruina nuestras instantáneas.

Cómo curiosidad podemos añadir que este fenómeno sólo se produce en los seres humanos, en otros animales en su lugar, aparecen los ojos brillantes.

Resumiendo, el flash de nuestro móvil aumenta tanto la luminosidad y en tan poco tiempo, que el iris no puede evitar el deslumbramiento. El fogonazo llega a la retina iluminando de golpe el epitelio pigmentario y los vasos sanguíneos iluminados producen los ojos rojos.

Curiosamente este fenómeno varía en cada persona dependiendo del color de nuestros ojos, los ojos más claros suelen tener también una retina menos absorbente y el color rojo que vemos en las fotos aún es más potente.

Pupilas blancas en las fotografías

Puede ser debido a otros factores, incluso un fallo de la óptica de la cámara, por lo que no hay que asustarse, pero si una persona sale con una excesiva frecuencia en las fotografías con los ojos blancos, grisáceos o amarillentos quizás sea un indicio de una patología ocular.

La razón de este color anormal en la pupila pueda ser que haya aparecido en la pupila una mancha blanca que se conoce con el nombre de leucocoria. Esta mancha suele estar relacionada con el desprendimiento de retina, una retinopatía o una infección. Incluso puede ser un indicio de un raro tipo de cáncer, el retinoblastoma.

Para salir de dudas, si observa con frecuencia algo raro en las fotografías de las pupilas de sus seres queridos en VISIÓON Oftalmólogos estaremos encantados de atenderles para que su única preocupación sea cómo eliminar los ojos rojos en sus fotografías, en esto no podemos ayudarle.

¿Cuánto tiempo tardaré en ver bien la tele después de la cirugía láser ocular?

¿Cuándo se puede ver la tele después de la cirugía láser ocular?

Cuando pensamos en alguien recuperándose de una cirugía, nos lo imaginamos en la cama del hospital o acostado en el sofá, disfrutando de una tableta de chocolate y consumiendo pasivamente la televisión.
No hay nada como tener de fondo tu serie favorita de Netflix o algún reportaje de casas extravagantes o de viajes para ayudarte a olvidar tu situación actual.

Pero, ¿qué pasa si no son tus piernas, estómago o [insertar parte del cuerpo aquí] recuperándose cuando intentas ver tu serie favorita, sino tus ojos? ¿Deberías ver la televisión? ¿Y qué hay de otras pantallas como la de tu móvil, tablet y ordenador?

El periodo sin pantalla

Si has escuchado o leído un poco sobre la cirugía láser ocular, sabrás que está lejos de ser un procedimiento quirúrgico típico:

  • Anestesia en gotas
  • Duración de la cirugía alrededor de 10 minutos
  • No se queda ingresado, a la hora de la cirugía vuelve a casa andando por su propio pie
  • Recuperación liviana
  • Incorporación a la rutina muy pronto

Lo mismo ocurre con la fase de recuperación posterior: olvídate de pasar semanas en la cama, la mayoría de los pacientes vuelven a su rutina normal antes de decir: «Próximamente en Amazon Prime».

En VISIÓON Oftalmólogos, aconsejamos a los pacientes que pasen las primeras 24 horas después de la cirugía lejos de luces intensas, pantallas y actividades visualmente exigentes como leer. A esto lo llamamos el período sin pantalla de 24 horas.

Aunque se aconseja reposo domiciliario hasta que se retire la lente terapéutica (entre 4 y 7 días tras la cirugía), es cierto que tras 24-48 horas podemos incorporarnos a nuestra vida habitual, sin hacer esfuerzos físicos y en la medida de lo posible no forzar la vista, tomando precauciones como: no coger peso, evitar el polvo y la arena, evitar el pelo de animales, no hacer deporte de impacto, etc.

¿Qué hacer después de la intervención?

La primera semana después de la cirugía láser ocular:

  • Se recomienda mantener los ojos cerrados y descansar, las primeras 24h tras la intervención.
  • Después de las primeras 24h puede empezar a retomar su actividad, pero de forma ligera, siempre atento a cualquier cosa que pueda dañar tus ojos, por ejemplo el polvo, aire acondicionado y actividades que pueden hacer que algo entre en contacto con sus ojos. Usa las gafas de sol proporcionadas, tanto en exterior como en interior.
  • El día después de la cirugía puede retomar actividades como leer, ver la televisión y usar el teléfono (asegúrate de seguir usando las lágrimas artificiales para evitar que los ojos se resequen)
  • Evita frotarte los ojos y utiliza las lágrimas artificiales suministradas para solucionar cualquier picor o sequedad.
  • Opta durante unos días por un baño en lugar de una ducha y evita que te entre agua o jabón en los ojos.

Siempre que cumplas con estas pautas genéricas y las proporcionadas por el cirujano para tu caso explícitamente, tus ojos recuperarán la salud por completo muy rápidamente. Y antes de que te des cuenta, no te acordarás ni de haber llevado gafas antes. Recordar que cada paciente evoluciona a su ritmo, y que aunque lo normal es que a la semana de la intervención puedas llevar ya una vida completamente normal, tienes hasta 3 meses para recuperar perfectamente tu visión.

Pide tu cita prequirúrgica en VISIÓON Oftalmólogos. En ella se te realizará un estudio en profundidad de tus ojos, los optometristas y oftalmólogos valorarán tu caso de forma individual y si eres buen candidato a la cirugía láser ocular, además de resolverte todas tus dudas, te darán un presupuesto completamente personalizado.
No lo dudes y llama a la clínica de VISIÓON Oftalmólogos en Granada al 958 20 70 70 o a la clínica oftalmológica VISIÓON en Jaén al 953 83 70 70.

Cómo cambia nuestra visión a medida que pasan los años

¿Cómo afecta la edad a nuestra visión?

A pesar de algunos cambios en la calidad de la visión están relacionados con la edad y son inevitables, podemos ser capaces de mantener los ojos sanos para toda la vida.

Al igual que todos sabemos que nuestra fuerza física disminuye con la edad, nuestros ojos también sufren una disminución de su rendimiento, especialmente cuando superamos la barrera de los 60 años.

No debemos preocuparnos ya que estos cambios oculares como la vista cansada por ejemplo, estás relacionados con la edad, son perfectamente normales y no significan ningún tipo de enfermedad.

Incluso las cataratas, una patología muy vinculada con el envejecimiento de nuestros ojos, es extremadamente común entre las personas mayores y se pueden corregir fácilmente con una operación de cataratas, rápida y satisfactoria.

Solo en algunos casos, debido a la edad, se pueden desarrollar algunas enfermedades oculares más graves que pueden afectar nuestra visión y por ende, nuestra calidad de vida a medida que envejecemos. Hablamos del glaucoma, la degeneración macular o la retinopatía diabética.

Principales patologías oculares asociadas a la edad:
Vista Cansada o Presbicia

Vista Cansada o Presbicia: Al cumplir los 40 años notará que le costará más enfocar los objetos cercanos, esto es debido a la presbicia y no se alarme, es una pérdida de agudeza visual perfectamente normal por el endurecimiento de la lente dentro del ojo.

Aunque al principio no entorpecerá su vida diaria, la presbicia se intensifica a medida que envejecemos y quizás necesite corregir este defecto visual. Tras pasar los 50 años es fácil que note que necesite incluso unas gafas de cerca o cambiar de gafas más frecuentemente si las lleva.

Cataratas

Cataratas: A pesar de que las cataratas se consideran una enfermedad ocular relacionada con la edad, es algo tan común que quizás debiera ser clasificada como un cambio normal del envejecimiento. Por ejemplo, la operación oftalmológica más frecuente en España es la de cataratas, con unas 400.000 intervenciones al año, según los datos de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

Por suerte, la cirugía de cataratas es extremadamente segura y tan eficaz que la tasa de éxito de recuperar la visión roza el 100%.

Degeneración macular

Degeneración macular: Está muy relacionado con la edad y es una de las principales causas de ceguera entra la población de edad avanzada.

Glaucoma

Glaucoma: El riesgo de desarrollar glaucoma aumenta porcentualmente con cada década después de haber cumplido los 40 años. Actualmente es una de las principales causas de ceguera en los países occidentales sólo por detrás de la diabetes.

La buena noticia es que con la detección temprana gracias a los exámenes oftalmológicos periódicos y las campañas de concienciación, permiten aplicar a tiempo el tratamiento adecuado para que podamos preservar la vista.

Retinopatía diabética

Retinopatía diabética: Es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo.

Según los expertos el 40% de los diabéticos de más de 40 años tienen retinopatía diabética en algún grado.

Ojo seco

Ojo seco: A medida que envejecemos, nuestro cuerpo produce menos lágrimas. Especialmente en las mujeres después de la menopausia. Esto puede producir molestias en los ojos como una sensación de escozor, utilizar colirios o lágrimas artificiales, ayudarán bastante con este problema.

Pérdida de la visión periférica

El envejecimiento también provoca una pérdida de la llamada visión periférica. Se reduce el tamaño de nuestro campo visual a medida que vamos cumpliendo años y se agudiza al llegar a los 80 años. Una edad en la que es normal experimentar una pérdida del campo visual periférico, de 20 a 30 grados.

Disminución de la visión del color

Las células en la retina que son responsables de la visión del color, éstas experimentan una reducción en la sensibilidad a medida que envejecemos, causando que los colores sean menos brillantes y el contraste entre diferentes colores sea menos visibles.

Desprendimiento del vítreo

A medida que envejecemos, el vítreo, que es similar a un gel en el interior del ojo, comienza a licuarse y alejarse de la retina, causando manchas y destellos de luz. El desprendimiento vítreo, generalmente es inofensivo pero puede ser un síntoma del preocupante desprendimiento de retina.

Otros efectos del envejecimiento sobre nuestros ojos:

Aunque normalmente pensamos que el envejecimiento ocular solo se traduce en patologías como la Vista Cansada o Cataratas, se producen otros cambios más sutiles que afectan a la estructura del ojo. Estos cambios incluyen, por ejemplo, la reducción del tamaño de la pupila. A medida que envejecemos, los músculos que controlan el tamaño de la pupila y nuestra reacción a la luz pierden algo de fuerza. Esto hace que la pupila se vuelva más pequeña y menos sensible a los cambios en la luz ambiental. Debido a estos cambios, las personas de más de 60 años necesitan hasta tres veces más luz ambiente para una lectura cómoda que una persona joven. Además, las personas mayores son más propensas a ser deslumbradas por la luz del sol y el deslumbramiento, cuando salen de un edificio con poca luz, como una sala de cine.

Si has leído todo lo anterior, no queremos alarmarte. Seguir una alimentación y dieta saludable, realizar deporte moderado y no fumar, son sus mejores defensas naturales contra la pérdida de la visión a medida que envejece.

A pesar de algunos cambios en la calidad de la visión están relacionados con la edad y son inevitables, podemos ser capaces de mantener los ojos sanos para toda la vida.

Y recuerde la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas, estas le ayudarán a mantener sus ojos sanos y una visión óptima durante toda su vida.

¡Esperamos verte pronto dar el paso hacia una nueva vida sin gafas ni lentillas en VISIÓON Oftalmólogos!

¿Las lentes con filtro de luz azul realmente protegen la retina?

Durante las últimas décadas en el sector oftalmológico existe un gran debate sobre los filtros para las lentes oftálmicas que atenúan la transmisión de luz visible (azul) de longitud de onda corta.

El filtro de luz azul reduce la exposición ocular tanto a la radiación ultravioleta (UV) en algunas longitudes de onda, como a la luz visible de longitud de onda corta. Este filtro se puede encontrar tanto en lentes para gafas como en lentes intraoculares que contienen o están recubiertas con cromóforos que absorben una proporción de las longitudes de onda incidentes.

Las empresas fabricantes de estos filtros afirman que los filtros de luz azul pueden aliviar la fatiga ocular, mejorar la calidad del sueño o que pueden proporcionar protección retiniana contra la fototoxicidad, particularmente en la mácula.

La hipótesis de la supuesta protección de la retina se fundamenta en los datos de experimentación animal y de cultivo celular que demuestran que la exposición de alto nivel a la luz visible de onda corta puede inducir daño celular a la retina.

Extrapolando estos hallazgos a los seres humanos, se ha sugerido que la luz azul puede contribuir al desarrollo o la progresión de la degeneración macular asociada a la edad.

La DMAE o degeneración macular es actualmente la principal causa de discapacidad visual en adultos en los países desarrollados y cualquier solución que pueda significar una reducción relativa en el riesgo de desarrollar la enfermedad tiene un gran beneficio para la salud individual y pública.

La luz solar es la fuente predominante de luz azul ambiental, cada vez es más preocupante la proliferación de las modernas fuentes de iluminación, que emiten niveles más altos de luz visible de longitud de onda corta que las bombillas incandescentes tradicionales.

Existen una directrices marcadas por la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP) que es una comisión internacional especializada en protección de radiación no ionizante. Las actividades de la organización incluye informar los límites de seguridad para la exposición ocular humana a la radiación óptica.

Se estima que el nivel (luminosidad ponderada) de la emisión de luz azul de las fuentes de iluminación modernas, incluidas las pantallas de ordenador, tabletas y teléfonos móviles, es aproximadamente 100 veces más bajo que el nivel de riesgo ocular especificado en las pautas de ICNIRP.

Por lo tanto, se ha determinado que el riesgo de daño retiniano atribuido a la luz azul emitida por los dispositivos digitales y las fuentes de luz domésticas es mínimo, incluso en «condiciones de visión extremas a largo plazo».

A pesar de estas conclusiones, hay un número creciente de lentes oftálmicas con filtro de luz azul que han recibido la aprobación regulatoria para su uso en la corrección refractiva.

La cirugía de cataratas con implante de lentes intraoculares es la cirugía ocular más común, con aproximadamente 10 millones de cirugías realizadas anualmente en todo el mundo. En 2011, se calculó que las lentes intraoculares con filtro de luz azul representaban 1 de cada 4 implantes.

Recientemente la revista científica JAMA Ophtalmology ha publicado un interesante artículo “Analysis of a Systematic Review About Blue Light–Filtering Intraocular Lenses for Retinal ProtectionUnderstanding the Limitations of the Evidence».

El artículo analiza e interpreta la documentación científica existente incluidos los datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas, una base de datos de ensayos controlados aleatorios (ECA) sobre el filtrado de luz azul y la relación de las lentes intraoculares con la protección de la salud macular.

La revisión sistemática Cochrane incluyó 51 ensayos controlados aleatorios que se realizaron en 17 países. Los ensayos incluyeron adultos operados de cirugía de cataratas en los que se comparó una lente intraocular con filtro de luz azul con una lente sin filtro de luz equivalente.

Los períodos de seguimiento del estudio oscilaron entre 1 mes y 5 años. En conjunto, estos estudios consideraron los resultados clínicos en más de 5.000 ojos.

Pero no se pudo combinar bien los datos entre los ensayos, para poder extraer conclusiones generales, debido al uso de diferentes técnicas de medición para los resultados, los informes incompletos de datos y los períodos de seguimiento variados. Se identificaron deficiencias sustanciales en la validez interna de muchos de los estudios incluidos, en particular con respecto al diseño, la conducta y los informes de los ensayos.

Para evaluar rigurosamente si las lentes intraoculares con filtro de luz azul tienen una asociación con la salud macular se necesitarían ensayos robustos a largo plazo con suficiente potencia.

Los efectos de las lentes intraoculares que filtran la luz azul sobre la salud y la función de la retina siguen sin estar claros. A falta de ensayos futuros que despejen todas las incógnitas actuales. Las lentes intraoculares con filtro de luz azul se siguen utilizando como dispositivos médicos aprobados, pero con el potencial de sus beneficios reales aún sin determinar científicamente.

Por lo que se puede determinar en que el uso de las lentes intraoculares con filtro de luz azul como un beneficio para la mácula aún no cuenta con una sólida investigación clínica que lo respalde y es importante que los médicos y pacientes tengan en cuenta esta limitación al adoptar la decisión de usar estos dispositivos en la práctica clínica.

¿Es el ojo humano capaz de apreciar la resolución de las nuevas televisiones 8K?

¿Para qué quiero más píxeles si no soy capaz de verlos?

En la época de nuestros padres una televisión tenía una esperanza de vida media de diez años, hoy en día es prácticamente imposible mantener tantos años una televisión. Si hace nada las televisiones más modernas eran las Full HD, ahora la gran mayoría son UHD, resolución también conocida como 4K. Una resolución que ya se ha quedado obsoleta con la llegada al mercado de un nuevo formato que promete dejar a los actuales 4K por el suelo: el 8K.

La guerra por conquistar este sector mediante la mejor calidad de imagen es una guerra sin cuartel. La resolución 8K alude al número de píxeles que se muestran en pantalla, es decir 7.680 x 4.320 puntos. Una cifra que podemos comparar con los formatos anteriores, 4K UHD (3.840 x 2.160) o Full HD (1.920 x 1.080).

Los televisores 8K permiten mostrar píxeles que son invisibles al ojo humano desde una distancia de visión óptima. ¿Estamos llegando a un punto en el que se incrementa tanto la resolución de las pantallas que nuestro ojo no es capaz de apreciarlo?

¿Qué es un píxel?

Las pantallas de la televisión está formada por pequeños cuadraditos que llamamos píxel. Y cada uno de los píxeles de la pantalla se encarga de emitir un determinado color. Por ejemplo, una resolución 4K cuenta con más de ocho millones de píxeles.

La siguiente oleada preparada son las televisiones 10K (10240 x 4320) con la friolera de 44 millones de píxeles y gigantescas pantallas que llegan a las 85 y 98 pulgadas.

La distancia Lechner

El ojo humano tiene sus propias limitaciones fisiológicas y un campo visual de unos 135 grados. Los expertos consideran que el ojo humano al ver la televisión, enfoca la mirada en un campo visual de 36 grados. Los fabricantes de televisiones utilizan para explicar la calidad de sus pantallas la llamada resolución angular, es decir, el número de píxeles por ángulo de visión. A mayor proximidad con la pantalla veremos mejor los píxeles, a mayor lejanía de la pantalla nuestro campo de visión es más amplio.

Por ejemplo, el estándar actual para apreciar la resolución 4K es tener una pantalla de 55 pulgadas situada a 1 metro exacto de nuestra vista. Para televisiones 8K hablamos de pantallas de más de 75 pulgadas a una distancia de 1,50 metros.

Este concepto es llamado distancia Lechner, que determina las distancias a las que el ojo humano es capaz de diferenciar los detalles en la resolución del televisor. Este concepto no es válido para otros dispositivos como monitores o teléfonos en los que la distancia con el ojo es muy pequeña. Para estas pequeñas pantallas se utiliza el concepto de densidad de píxeles. Lo ideal es conseguir una densidad de píxeles de 300 píxeles por pulgada.

Mayores densidades de píxeles en una pantalla de un móvil solo tendrían sentido para experiencias de realidad virtual, pero eso ya es otra historia. Una persona con una agudeza visual perfecta puede apreciar hasta 60 píxeles por ángulo, una cantidad incluso superada por las televisiones 8K.

¿Por qué íbamos a querer tantos millones de píxeles?

¿Por qué íbamos a querer tantos millones de píxeles en las televisiones si no somos capaces de verlos? Los fabricantes de televisiones esgriman que pese a que el ojo humano no distingue los píxeles, la degradación de color es mucho más agradable. La tecnología de los televisores 8K consigue unas texturas más detalladas y una eliminación del ruido. Por lo que realmente los pocos contenidos existentes en 8K son realmente espectaculares, veamos o no veamos todos los píxeles.

Os dejamos un ejemplo de vídeo en 8K:

¿Por qué no puede volver a salir una catarata?

Con el paso de los años y el envejecimiento natural del ojo, la lente natural que utiliza el ojo, llamada cristalino, va perdiendo su transparencia, a éste proceso se le conoce como “cataratas”.

Las cataratas no tienen tratamiento preventivo ni médico actualmente, el único tratamiento disponible en la actualidad para las cataratas es la cirugía en la que se extrae el cristalino del paciente, que se reemplaza por una fina lente, que se implanta en el interior de la cápsula (una fina membrana que envuelve al cristalino).

En la cirugía de cataratas en VISIÓON Oftalmólogos usamos diversos tipos de lentes intraoculares (LIO), tórica, monofocal, asférica, multifocal, EDOF… para conseguir adaptarnos a las necesidades de cada paciente, para que pueda ver con claridad sin la necesidad del uso de gafas ni lentillas.

La catarata no puede volver a salir, esto es imposible. Al realizar la cirugía de cataratas se elimina el cristalino opacificado y es imposible que éste se vuelva a opacificar porque es extraído y reemplazado por una lente en la operación.

Algunos pacientes, al tiempo de operarse de cataratas, tienen la sensación de que ven de nuevo, como a través de un cristal empañado o sucio, y de ahí el comentario de «me ha vuelto a salir la catarata», porque han perdido la nitidez que ganaron tras operarse.  Pero no podemos decir que las cataratas vuelven a salir, ya que esto es imposible. 

¿Por qué se produce la opacificación del cristalino?

El causante de la opacificación del cristalino son los restos de células del tejido conectivo o fibroblastos que normalmente encontraríamos en el cristalino y que tras extirpar el cristalino siguen intentando ocupar un espacio que ahora ha desaparecido. Estas células crean de manera natural un tejido fibroso a lo largo de la cápsula que interfiere en la visión del paciente y creando la sensación de que han vuelto las cataratas.

Solución a la opacificación:

Para solventar este problema el tratamiento más sencillo y eficaz es la capsulotomía con láser YAG que consiste en abrir una pequeña ventana en el centro de la cápsula posterior.

Es una intervención que se realiza en la propia consulta y que no requiere ni quirófano ni hospitalización. La recuperación es rápida y con esta técnica sencilla e indolora se recupera la visión que se tenía antes de la opacificación en un periodo muy corto de tiempo.

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