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Cuerpos extraños intraoculares (CEIO)

Los traumatismos causados por cuerpos extraños intraoculares son una de las principales causas de pérdida visual severa en pacientes en edad laboral. Consisten en traumas penetrantes con permanencia del agente agresor dentro del globo ocular. Son una verdadera emergencia oftalmológica, dado el elevado número de complicaciones que pueden producir tanto intra como post-quirúrgicas. 

La lesión por CEIO representa entre 18% y 41% de las lesiones a globo abierto. Fundamentalmente afecta a miembros jóvenes productivos de la sociedad (entre 29 y 38 años de edad) y del sexo masculino (90%). Ocurre generalmente en el centro de trabajo (54-72%) o relacionado con determinadas actividades en la casa (30%), y normalmente martilleando (60- 80%). Es raro en personas que utilizan medios de protección (3%). El 25% de los pacientes con este tipo de lesión tienen una agudeza visual final menor de 1/10 y no solamente tienen implicaciones relacionadas con gastos económicos por cuidados médicos, sino también por la afectación de la actividad social individual. A nivel médico-legal, va a ser fundamental la evaluación de la agudeza visual del paciente siempre que sea posible valorando el estado general del paciente. 

La conducta a seguir ante este paciente requiere un tratamiento guiado específico en virtud del mecanismo del daño, naturaleza, localización y tamaño del cuerpo extraño. La profilaxis de la endoftalmitis con antibióticos sistémicos es recomendada. Se recomienda, asimismo, una toma de muestra de humor acuoso y/o vítreo para cultivo microbiológico. 

En cuanto a la puerta de entrada del cuerpo extraño se objetiva que la córnea es el lugar más frecuente de entrada (65%), posteriormente la esclera (25%) y finalmente el limbo esclero corneal (10%). 

Los cuerpos extraños férricos son lo más frecuentes y deben ser evacuados lo antes posible ya que en la retina pueden producir un cuadro muy grave como es la siderosis retiniana. Asimismo, los cuerpos extraños pueden ser de un material plástico, aluminio, madera… El diagnóstico de esta entidad es complejo y va desde una anamnesis y una exploración oftalmológica detallada hasta la realización de estudios de imagen que nos puedan ayudar a ubicar de manera precisa el cuerpo extraño. La ecografía ocular (teniendo gran precaución en pacientes perforados por la posible salida de contenido ocular), la radiografía, la realización de un TAC (tomografía axial computerizada) o la RMN (resonancia magnética nuclear) ayudarían en gran medida a la localización precisa del cuerpo extraño facilitando el manejo y la planificación quirúrgica de la extracción del mismo. 

Una vez diagnosticado el cuadro de CEIO, y descritas correctamente las circunstancias acompañantes, se procede a la evacuación del mismo mediante un abordaje que siempre será quirúrgico. Se debe dar la prioridad de urgencia al cierre de la herida generada por el cuerpo extraño, y si es posible, en este mismo momento, la extracción del cuerpo extraño intraocular. La decisión de la extracción del cuerpo extraño en la cirugía primaria o diferida va a estar definida por la estabilidad del paciente, de la complejidad de la cirugía o de la disponibilidad de personal o equipamiento necesario para realizar la cirugía. 

Se producen grandes secuelas derivadas del daño ya sea, bien, por penetración del cuerpo extraño y la ruptura de la solución de continuidad del ojo o por el daño tisular que posteriormente genera inflamación ocular y que podría dar lugar a un desprendimiento de retina por proliferación vitreorretiniana. Las complicaciones más frecuentes en estos casos, en un primer momento, son el desprendimiento de retina y la endoftalmitis junto al daño macular dependiendo de la zona de impacto retiniano. Y como complicaciones algo más tardías podríamos hablar de glaucoma o hipotonía severa, proliferación vítreo-retiniana y los derivados sobre la córnea/iris/cristalino. Todas ellas, contribuyen, a un pobre pronóstico visual

En cuanto al pronóstico de este grave cuadro tenemos a nuestra disposición una herramienta muy útil que es el Ocular Trauma Score que pronostica en función de unos parámetros iniciales básicos, la agudeza visual final del ojo lesionado con una probabilidad cercana al 77%.

Conclusiones:

  1. La conducta a seguir ante un paciente con CEIO requiere un algoritmo de tratamiento que depende del mecanismo del daño, naturaleza, localización y tamaño del cuerpo extraño.
  2. Existe controversia en cuanto al momento de extracción del cuerpo extraño, debiendo primar la precocidad frente a la cirugía tardía. Sin embargo, se debe realizar una conducta individualizada y tener en cuenta la asociación de complicaciones, las circunstancias en las que ocurrió el daño, así como los aspectos relacionados con el propio agente agresor. 
  3. La profilaxis de la endoftalmitis con antibióticos sistémicos es recomendada. 
  4. Se debe realizar el diagnóstico precoz y detección postoperatoria temprana de complicaciones como el desprendimiento de retina, endoftalmitis y PVR, que se han asociado a pobre pronóstico visual.

Artículo escrito por nuestro oftalmólogo retinólogo, Dr. Bartolomé Ángeles para la revista Innova Ocular.

Moscas volantes o miodesopsias

Las moscas volantes o miodesopsias son muy frecuentes, sobre todo en pacientes miopes a partir de los 30-40 años, consiste en la aparición de puntos oscuros, que pueden aparecer como formas puntiformes, circulares o lineales en el campo visual. Son móviles y varían en intensidad según la luz ambiental en la que está el paciente en ese momento.

 ¿Por qué aparecen las moscas volantes?

Las moscas volantes o miodesopsias son el síntoma que aparece en el paciente cuando el vitreo, que es un gel que ocupa la cámara posterior del ojo, y está en contacto con la retina y el cristalino, pierde su transparencia y homogeneidad. Cuando esto sucede, se producen opacidades en el vitreo con una densidad mayor que el agua y que al ser atravesadas por la luz ambiental, producen sombras, que hacen aparecer la visión de moscas volantes o miodesopsias.

Factores de riesgo que pueden causar miodesopsias. ¿Cuándo aparecen las moscas volantes?

Algunas de las causas por las que aparecen las moscas volantes de forma más precoz son:

  • Miopía: La miopía es el factor de riesgo más importante en las miodesopsias, moscas volantes, desprendimiento de vítreo o de retina. Es por tanto muy importante que el paciente miope siga un control oftalmológico estrecho.
  • Inflamación intraocular: Episodios como las uveítis anteriores o posteriores provocan un aumento de las opacidades vítreas que ocasionan miodesopsias o moscas volantes, el proceso inflamatorio favorece las opacidades en el vítreo.
  • Golpes o traumatismos oculares: Los golpes o traumatismos provocan cambios agudos en la relación entre el vítreo y la retina, provocando en muchos casos el desprendimiento del vítreo.

Además estas opacidades en el vítreo pueden ser ocasionadas por el desprendimiento de vitreo posterior, una patología que sufren la mayoría de pacientes, de forma más precoz en pacientes jóvenes y que en ocasiones puede originarse por traumatismo u otras enfermedades como la uveitis o la diabetes.
Un desprendimiento de vitreo es una patología potencialmente muy grave, pues puede ser el comienzo de un desprendimiento de retina, por lo que debe ser evaluado por un oftalmólogo de forma urgente.

Tratamiento de las moscas volantes

Generalmente el tratamiento de la miodesopsia no es necesario, más allá de la revisión de la retina periférica para descartar lesiones predisponentes al desprendimiento de retina, el paciente suele mejorar progresivamente sin tratamiento alguno, en casos que no sean graves.

En caso de desprendimiento de vítreo, como comentábamos anteriormente, sí que debe acudir a la clínica para que un oftalmólogo especialista en retina, retinólogo, lo evalúe.

Cuando la fase aguda del desprendimiento de vitreo termina, y tras unos meses el ojo no ha sufrido otra patología relacionada, en muchas ocasiones el paciente se encuentra muy molesto por la visión de moscas volantes o miodesopsias, que en muchos casos puede incluso originar una pérdida de agudeza visual o grandes molestias visuales.

Tras un examen minucioso del ojo, y en especial de la retina en su conjunto y del vitreo en toda su extensión, el retinólogo podrá explicar las opciones de tratamiento que considera más adecuadas para ese paciente.

En muchos casos se opta por la vitrectomía microincisional por 27g, una técnica mínimamente invasiva que se realiza bajo anestesia local de forma ambulatoria, con una recuperación muy rápida que permite al paciente volver a su vida cotidiana en poco tiempo.

La vitrectomía hace desparecer las miodesopsias al eliminar todo en vitreo, y elimina asimismo la posibilidad de recidiva de las miodesopsias o moscas volantes, siendo un tratamiento con alta tasa de éxito con una muy baja tasa de complicaciones.

Si sufres miodesopsias o moscas volantes, no dudes en consultarnos tu caso, nuestros retinólogos buscarán la mejor alternativa de tratamiento para ti. Te esperamos en nuestra clínica oftalmológica de Granada o en la clínica VISIÓON de Jaén.

Cómo afecta la diabetes a la visión

Cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes (DMD). El objetivo de este día es dar a conocer a la población las causas, síntomas, tratamientos y complejidades asociadas a esta enfermedad.

En VISIÓON Oftalmólogos queremos hablaros de la patología ocular principal asociada directamente a la diabetes mellitus: retinopatía diabética.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que falla el sistema de regulación del nivel de glucosa en la sangre. La insulina juega un papel fundamental en la regulación de la glucosa en sangre, por lo que el paciente diabético debe intentar controlar su nivel de azúcar en sangre mediante el tratamiento médico.

¿Cómo afecta la diabetes a la visión?

La diabetes afecta principalmente a la retina. La retinopatía diabética es una enfermedad grave que afecta a la visión de pacientes diabéticos, hasta tal punto que puede llegar a provocar la ceguera.

Retinopatía diabética: causa, diagnóstico precoz y tratamientos

La retinopatía diabética tiene como única causa la diabetes mellitus. El factor de riesgo más importante de la retinopatía diabética aparece en pacientes con mal control metabólico y es muy difícil detener su progresión. Aunque a día de hoy, es una enfermedad que no tiene cura, un diagnóstico precoz y un seguimiento controlado por parte del oftalmólogo puede minimizar sus efectos.

Es imprescindible que pacientes a los que se le haya diagnosticado diabetes, acudan a su oftalmólogo para hacerse una revisión con exploración de fondo de ojo y retina, ya que el paciente no suele notar síntomas hasta que está avanzada y su tratamiento es más complejo.

Existen diferentes tratamientos para tratar y frenar la evolución de la retinopatía diabética. Se aplicará un tratamiento u otro dependiendo de la fase en la que se encuentre la enfermedad. Los casos más leves simplemente requieren de un seguimiento por parte del oftalmólogo, sin embargo si la retinopatía está más avanzada pueden ser necesarias inyecciones intravítreas o incluso realizar una vitrectomía.

En este enlace podéis profundizar más sobre los tratamientos asociados a la retinopatía diabética.
Lo más importante es que una vez diagnosticado de diabetes acudas a tu oftalmólogo de confianza para realizar una revisión exhaustiva para prevenir y detectar lo antes posible esta patología, sin que la diabetes afecte a tu visión.

En VISIÓON contamos con oftalmólogos especializados en retina, llámanos y pide tu cita.

  • VISIÓON Granada: 958 20 70 70
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