Los casos de gripe siguen incrementándose en España y en la última semana de 2017 la incidencia creció un 72,2% con respecto a la semana anterior.

La difusión de la enfermedad es ya epidémica en prácticamente todas las regiones españolas. En Granada se declaró hace un par de semanas la situación de epidemia por gripe al llegar a los 111 casos por cada 100.000 habitantes.

La gripe y los resfriados también afectan a nuestros ojos por un motivo muy sencillo. Nuestro organismo combate la infección mediante los glóbulos blancos que producen unas sustancias que inflaman la mucosa nasal y dilatan los vasos sanguíneos de esta zona produciendo la molesta congestión nasal.

Lo mismo sucede en el conducto lagrimal y al inflamarse, el conducto se tapa y las lágrimas no pueden acceder a su conducto natural, acumulándose en el ojo. Esta acumulación de lágrimas es la que nos produce tener lagrimeo, secreciones y sensación de malestar en el ojo cuando tenemos la gripe.

Y sin olvidarnos que el virus de la gripe también puede afectar a nuestros ojos, inflamando la conjuntiva y produciendo la aparición de una conjuntivitis. La conjuntiva es la membrana transparente que recubre parte del globo ocular y la porción interna de los párpados y al inflamarse se producen síntomas muy molestos como el lagrimeo, hinchazón o la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.

El mejor remedio para evitar el contagio de la gripe es la prevención y existen una seria de recomendaciones:

  • Lavarse las manos con frecuencia y siempre debemos evitar tocarnos los ojos y mucho menos frotarlos.
  • No compartir toallas, almohadas, etc. con otras personas.
  • Aunque haga mucho frío en el exterior debemos ventilar convenientemente todas las mañanas.
  • Lubricar los ojos con lágrimas artificiales en caso de picor y sensación de cuerpo extraño.
  • Extremar la higiene en el uso del maquillaje y de las lentes de contacto. Las lentillas son uno de los focos de contagio más habituales.