¿Para qué quiero más píxeles si no soy capaz de verlos?

En la época de nuestros padres una televisión tenía una esperanza de vida media de diez años, hoy en día es prácticamente imposible mantener tantos años una televisión. Si hace nada las televisiones más modernas eran las Full HD, ahora la gran mayoría son UHD, resolución también conocida como 4K. Una resolución que ya se ha quedado obsoleta con la llegada al mercado de un nuevo formato que promete dejar a los actuales 4K por el suelo: el 8K.

La guerra por conquistar este sector mediante la mejor calidad de imagen es una guerra sin cuartel. La resolución 8K alude al número de píxeles que se muestran en pantalla, es decir 7.680 x 4.320 puntos. Una cifra que podemos comparar con los formatos anteriores, 4K UHD (3.840 x 2.160) o Full HD (1.920 x 1.080).

Los televisores 8K permiten mostrar píxeles que son invisibles al ojo humano desde una distancia de visión óptima. ¿Estamos llegando a un punto en el que se incrementa tanto la resolución de las pantallas que nuestro ojo no es capaz de apreciarlo?

¿Qué es un píxel?

Las pantallas de la televisión está formada por pequeños cuadraditos que llamamos píxel. Y cada uno de los píxeles de la pantalla se encarga de emitir un determinado color. Por ejemplo, una resolución 4K cuenta con más de ocho millones de píxeles.

La siguiente oleada preparada son las televisiones 10K (10240 x 4320) con la friolera de 44 millones de píxeles y gigantescas pantallas que llegan a las 85 y 98 pulgadas.

La distancia Lechner

El ojo humano tiene sus propias limitaciones fisiológicas y un campo visual de unos 135 grados. Los expertos consideran que el ojo humano al ver la televisión, enfoca la mirada en un campo visual de 36 grados. Los fabricantes de televisiones utilizan para explicar la calidad de sus pantallas la llamada resolución angular, es decir, el número de píxeles por ángulo de visión. A mayor proximidad con la pantalla veremos mejor los píxeles, a mayor lejanía de la pantalla nuestro campo de visión es más amplio.

Por ejemplo, el estándar actual para apreciar la resolución 4K es tener una pantalla de 55 pulgadas situada a 1 metro exacto de nuestra vista. Para televisiones 8K hablamos de pantallas de más de 75 pulgadas a una distancia de 1,50 metros.

Este concepto es llamado distancia Lechner, que determina las distancias a las que el ojo humano es capaz de diferenciar los detalles en la resolución del televisor. Este concepto no es válido para otros dispositivos como monitores o teléfonos en los que la distancia con el ojo es muy pequeña. Para estas pequeñas pantallas se utiliza el concepto de densidad de píxeles. Lo ideal es conseguir una densidad de píxeles de 300 píxeles por pulgada.

Mayores densidades de píxeles en una pantalla de un móvil solo tendrían sentido para experiencias de realidad virtual, pero eso ya es otra historia. Una persona con una agudeza visual perfecta puede apreciar hasta 60 píxeles por ángulo, una cantidad incluso superada por las televisiones 8K.

¿Por qué íbamos a querer tantos millones de píxeles?

¿Por qué íbamos a querer tantos millones de píxeles en las televisiones si no somos capaces de verlos? Los fabricantes de televisiones esgriman que pese a que el ojo humano no distingue los píxeles, la degradación de color es mucho más agradable. La tecnología de los televisores 8K consigue unas texturas más detalladas y una eliminación del ruido. Por lo que realmente los pocos contenidos existentes en 8K son realmente espectaculares, veamos o no veamos todos los píxeles.

Os dejamos un ejemplo de vídeo en 8K: