Recientemente observamos con preocupación un aumento exponencial de publicaciones en redes sociales y publicidad online que nos prometen mejorar nuestra visión, con unos simples ejercicios oculares y que no necesitaremos usar gafas ni lentes de contacto más, corrigiendo de forma natural nuestra miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Todos estos ejercicios y promesas no son nuevos, vienen de una corriente que nació en 1920 y fue creada por el Oftalmólogo William Horatio Bates (1860- 1931) que teorizó que mediante unos ejercicios variados que incluían algunos como mirar al sol, cubrir los ojos con las palmas de las manos, podía curar defectos de refracción como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, consiguiendo que los individuos que realizaran los ejercicios con frecuencia, no necesitasen gafas ni lentillas nunca más.
Defectos refractivos
Para poder aportar información científica que permita al lector tener una opinión fundamentada en la ciencia sobre este método, vamos a empezar explicando la fisiología de los defectos de refracción que el método Bates o el método visión clara, prometen curar:
Miopía: la miopía es un defecto de refracción que se produce en ojos más largos de lo normal, por lo que la imagen al pasar por la córnea y el cristalino se proyecta antes de la retina, por lo que el paciente miope ve borroso sin gafas.
Hipermetropía: el ojo hipermétrope es más corto de lo normal, por lo que la imagen que ve el paciente se proyecta por detrás de la retina. Este es el motivo por el que el paciente hipermétrope ve borroso sin gafas.
Astigmatismo: el ojo astigmata tiene un eje de la córnea con distinta curvatura que el eje contrario, por lo que la córnea no es esférica, y la imagen que percibe el paciente está igualmente deformada si no usa gafas o lentes de contacto.
Presbicia: los pacientes al pasar de los 45 años pierden la capacidad de acomodación del cristalino, porque algunos tejidos intraoculares pierden la elasticidad, por lo que precisan gafas para ver de cerca, esto es la vista cansada.
El método Bates, ¿es fiable?
El paciente dispuesto a hacer el método Bates o el método visión clara debe hacerse estas preguntas antes de empezar, ¿piensas que este método puede acortar o alargar tu ojo? ¿Crees que este método puede regularizar la curvatura de tu córnea para hacerla más esférica? ¿podrá el método Bates o el método visión clara hacer que los tejidos intraoculares sean más elásticos para volver a ver de cerca sin gafas?
Para intentar contestar a estas preguntas con el mayor rigor científico posible vamos a aportar la información publicada en revistas de alto impacto científico y aportadas por estudios científicos que han sido revisados por pares, esto se considera en la actualidad las características suficientes para que un estudio científico publicado en la literatura médica cumpla los criterios mínimos para ser considerado por la ciencia médica.
Academia American de Oftalmología (AAO)
En 2004 la Academia American de Oftalmología (AAO), el organismo internacional de más prestigio en el mundo, realizó una revisión sistemática de varios estudios que concluyó que los ejercicios, masajes, técnicas de relajación de los músculos oculares o técnicas de entrenamiento visual no tenían ningún efecto objetivable sobre la visión de los pacientes que los realizaron, midiendo siempre la visión de los pacientes antes y después de los ejercicios con la escala de Snellen que es la más aceptada en todo el mundo Oftalmológico desde hace muchos años.
En 2005 el departamento de Oftalmología de la Universidad de Nueva Zelanda publicó un artículo con la revisión de 43 publicaciones científicas que trataban sobre los ejercicios oculares y sus efectos sobre la visión de los pacientes que los practicaban, llegando a la conclusión de que no había evidencia científica de que los ejercicios visuales tuviesen efecto alguno apoyado en las publicaciones científicas hasta esa fecha, por lo que el uso de esas terapias es controvertido.
Conclusión
Una vez aclarado que la evidencia científica concluye que el método Bates y el método visión clara no han aportado datos que apoyen su efecto sobre la visión hay que hacerse algunas preguntas:
¿Pueden ser peligrosos estos ejercicios? La respuesta rápida es no, haciendo una salvedad en el ejercicio que proponía Bates mirando al sol, que puede provocar retinopatía solar y el método Palming, que consiste en cubrir con las palmas de las manos los ojos, y si se realiza con más presión de la adecuada puede provocar un aumento de la presión intraocular. El resto de ejercicios no va a hacer daño a realizarlos, pero la evidencia científica nos dice que tampoco nos producirá ningún beneficio.
Como resumen a todo este artículo en el que hemos intentado aportar información necesaria para que los pacientes que sufren miopía, hipermetropía o astigmatismo puedan decidir por sí mismo si realizan o no estos ejercicios, podemos concluir que los métodos de mejora visual basados en ejercicios visuales no son efectivos según la evidencia científica actual, pero tampoco son dañinos, y pueden ser considerados una pseudoterapia que puede confundir a muchos pacientes creándoles falsas esperanzas de curación de los defectos de refracción.
Si desea más información sobre los ejercicios oculares, la miopía, hipermetropía o astigmatismo, y las posibilidades de corrección o compensación, consulte con su Oftalmólogo.
Vuestras explicaciones són insuficientes
El método visión clara explica que el ojo no es ni corto ni chato. Sé deforma en ambas direcciones por efecto de una tensión muscular en los músculos que rodean al ojo.
Si un ojo fuera corto, lo sería desde el nacimiento y por tanto tendría el defecto de visión desde el nacimiento y no sobrevendría después, no?
Buenos días Isabel.
En el nacimiento lo normal es que el ojo sea hipermétrope, por su corta longitud axial debido a su inmadurez. Conforme el niño va creciendo, también lo hace el ojo alcanzando el foco de visión consiguiendo su emetropía, es decir, visión clara.