Una nueva técnica para rastrear las complicaciones oculares de las inyecciones de relleno facial
El uso del dópler a color podrá usarse en el futuro para seguir los posibles tratamientos o evolución de esta afección ocular tan devastadora por culpa de las inyecciones de relleno facial.
El Departamento de Oftalmología de la Universidad de Medicina de Shanghai ha publicado en Ophthalmic Plastic and Reconstructive Surgery, un interesante estudio sobre la forma evaluar las oclusiones arteriales causadas por inyecciones faciales de grasa propia o de ácido hialurónico.
Las inyecciones faciales con ácido hialurónico o grasa del propio paciente se utilizan en medicina estética para combatir las arrugas y líneas de expresión. Pero en ocasiones por una realización errónea de las inyecciones, éstas pueden producir oclusiones de la arteria retiniana afectando los parámetros del flujo sanguíneo retrobulbar.
Es decir, los rellenos pueden llegar accidentalmente a los pequeños vasos sanguíneos de la cara, y seguir su camino a la arteria del ojo bloqueando el suministro de sangre de la retina. Es una complicación muy rara pero que puede ocasionar una pérdida de visión permanente.
La oclusión arterial retiniana es una enfermedad ocular muy grave y se produce por un fallo en el riego sanguíneo que provoca una pérdida importante de visión sin dolor. Los investigadores estudiaron diez casos de pacientes con oclusiones arteriales causadas por inyecciones faciales de grasa propia o ácido hialurónico. Los pacientes fueron evaluados dentro de las 72 horas de la inyección.
El ecodópler, es una variedad de la ecografía tradicional, basada en el empleo del ultrasonido, en la que aprovechando el efecto Doppler, es posible visualizar en imágenes las ondas de velocidad del flujo que atraviesa ciertas estructuras del cuerpo, por lo general los vasos sanguíneos, y que son inaccesibles a la visión directa.
En oftalmología, se utiliza habitualmente para explorar vasos orbitarios como la arteria oftálmica, la arteria central de la retina, las arterias ciliares posteriores cortas y las venas central de la retina y supraorbitaria.
El dópler a color asigna unidades de color, dependiendo de la velocidad y dirección del flujo sanguíneo y se utilizó en estos pacientes para medir la velocidad sistólica máxima y la velocidad diastólica final de las arterias oftálmicas, retiniana central y ciliar posterior.
La significación clínica de este estudio es importante ya que permite constatar que la imagen doppler color en casos de afecciones oculares por rellenos faciales muestra cambios en el flujo sanguíneo que son consistentes con los hallazgos clínicos.
El uso del dópler a color podrá usarse en el futuro para seguir los posibles tratamientos o evolución de esta afección ocular tan devastadora por culpa de las inyecciones de relleno facial.
Una de las limitaciones de esta técnica es que la ubicación exacta de la embolia no se puede identificar con las imágenes que ofrece actualmente el dópler color.
El estudio también ha constatado que puede producirse una mejora posterior en el flujo sanguíneo, así como una mejora en la oftalmoplejía, pero no se asocia con ninguna mejora en la visión.
Hace unos años un artículo publicado en Livescience.com ya alertaba sobre el peligro de una mala práctica con materiales de relleno en la frente y/o alrededor de los ojos para el rejuvenecimiento facial ya que pueden llegar a causar daños irreversibles en la vista y la importancia de elegir siempre un buen profesional.