La gran popularidad de los teléfonos móviles ha dado un impulso determinante al desarrollo para uso doméstico de los sistemas de seguridad biométrica. Una tecnología que hace unos años nos parecía propia de las películas de ciencia ficción y que ahora podemos encontrar en el móvil que todos llevamos en el bolsillo.
Tecnología Biométrica
Una popularidad que se la debemos a dos compañías, Apple y Samsung, que han sabido adaptar la tecnología biométrica existente a sus teléfonos móviles.
Esta necesidad responde a una preocupación por parte del consumidor, cada día guardamos más datos sensibles en nuestros móviles, prácticamente toda la vida de una persona está en su bolsillo, en el smartphone y la seguridad en el acceso es vital.
Los primeros intentos por popularizar el uso del reconocimiento facial en nuestra vida cotidiana se produjeron en 2014 por el fabricante ViewSonic. Pero su éxito no se produjo hasta 2016 con la salida al mercado del Galaxy Note 7 de la compañía coreana Samsung.
No existen dos iris iguales
El reconocimiento de iris funciona gracias a una característica de los seres humanos, no existen dos iris iguales. Tu iris puede parecerse al de otro individuo, pero no es igual.
Estos sistemas no se basan en el color de tu iris, funcionan en patrones del iris. Los patrones de la retina son únicos e imposibles de replicar virtualmente. Lo que significa, que el escáner de iris es una de las formas más seguras de mantener un teléfono bloqueado y protegido.
El reconocimiento del iris utiliza la cámara del teléfono móvil para realizar una fotografía de gran resolución de nuestro iris, con la iluminación infrarroja se reduce el reflejo que se haya podido producir en la convexa córnea y puede crear detalladas imágenes de las complejas estructuras del iris.
Representación matemática del iris
La primera vez que utilizamos el reconocimiento de iris se realiza una plantilla digital, una representación matemática del iris, las cuales coinciden con una identificación positiva e inequívoca de un individuo.
Esta tecnología se sigue sofisticando cada vez más e incluso se ha desarrollado una herramienta que permite detectar si el ojo que está analizando pertenece a una persona viva o a una muerta. Por lo que cada vez es más difícil hackear esta tecnología, ya que en teoría, un teléfono se podría desbloquear usando el ojo de una persona fallecida.
Un sistema infalible
Esta nueva herramienta, ha sido ya adaptada a los teléfonos móviles, ha creado una base de datos de iris de personas vivas y cuerpos muertos, entrenando a un algoritmo de aprendizaje automático para que distinga ambos tipos de ojos.
Un sistema que es infalible a partir de las 16 horas del fallecimiento de la persona, que es cuando se notan en el iris los primeros cambios post-morten.