Aunque los materiales empleados en la fabricación de las lentillas cada vez son mejores, el uso de lentes de contacto limita el acceso de la córnea tanto a la lubricación de la lágrima como al necesario oxígeno.

Esto provoca que pasar mucho rato con las lentillas puestas puede producir muchas molestias y que los ojos se enrojezcan y nos piquen.

Un uso indebido de las lentillas es utilizarlas sin extremar las precauciones de higiene en su manipulación y conservación. Al que debemos sumar otro gran error, irse a dormir sin quitarse las lentillas, incluso aunque solo sea una siesta.

Dormir con las lentes de contacto puestas puede provocar infecciones de la córnea, como la queratitis microbiana o mayores problemas de salud ocular.

En la última edición del Annals of Emergency Medicine de Estados Unidos se recogen varios ejemplos de extrema gravedad desde casos de queratitis microbiana bacteriana y micótica, a úlcera corneal de un hombre con perforación en la córnea. Todos los casos tienen un mismo hilo conductor, un uso indebido de las lentillas no quitándolas para dormir.

Y no solo hablamos por las noches, incluso al hacer la siesta. El motivo es que al tener los ojos cerrados, se produce menos lágrimas, por lo que dormir con las lentes de contacto, aunque sea solo el rato de la siesta, hace que se queden pegadas al ojo debido a la deshidratación.

Esta sensación es muy molesta y puede dañar al ojo. Si pasa esto debemos recurrir a las lágrimas artificiales para volver a hidratar el ojo y las lentillas y retirarlas para que descase nuestro ojo.

La publicación especializada Ophthalmology publicó un estudio hace algunos años que determinaba que las probabilidades de padecer queratitis se incrementaba en casi 7 veces si se dormía de forma ocasional con las lentillas puestas.

Aunque las lentes de contacto son una forma segura y eficaz de corregir problemas refractivos su uso inadecuado y la falta de higiene suponen un riesgo de infección de la córnea.

Los factores de riesgo más habituales son la falta de higiene, su uso más allá de las recomendaciones del fabricante, dormir con las lentillas puestas, uso de lentillas o líquidos caducados, su conservación en agua del grifo, su uso en la playa o en piscinas, etc.

Recuerda que si quieres despreocuparte de todos estos factores de riesgo una opción totalmente segura, económica y eficaz es la operación ocular láser con la que descubrirás una nueva vida sin los problemas derivados del uso diario de gafas o lentillas. Llámanos y pide tu cita prequirúrgica al 958 20 70 70. ¡Nos vemos en VISIÓON Oftalmólogos!